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jueves, 4 de abril de 2019

Realidad Asesina

Observamos los contenidos que se proponen en la materia Ambiente Desarrollo y Sociedad (ADS) y los que se plantean en el documental "Obsolescencia Programada" y el vídeo de La isla de las Flores
Luego identificamos los cruces que surgen entre los conceptos y redactamos, cada uno, su propio texto. 

El documental resalta que el motor secreto de nuestra sociedad de consumo es la obsolescencia programada. Que nuestra sociedad está dominada por una economía de crecimiento donde su lógica no es crecer para satisfacer las necesidades de todos sino crecer por crecer. En el vídeo de La Isla de las Flores está bien plasmada esta realidad en donde el que está en una buena posición económica da este sistema (insostenible, injusto e indecente) por “normal”, mientras que los pobres no pueden siquiera satisfacer la necesidad básica del alimento. 
Desde el punto de vista social jamás será posible el desarrollo sustentable si no hay igualdad de oportunidades, si existe la marginalidad. 

En ambos videos se habla de un impacto terrible, principalmente donde “Los países pobres, son los Basureros del Mundo”. La verdad es que la posteridad no nos perdonará nunca. Por eso, para promover una reflexión colectiva sobre el futuro del ambiente es fundamental la prospectiva ambiental. 
Para compensar el daño que generamos en el ambiente hay que consumir responsablemente comprando solo lo que necesitamos, dando prioridad a los productos locales, así estaremos protegiendo los bienes, los recursos naturales y la vida humana.

Gracias al documental, nos damos cuenta de que hoy en día, para tener identidad propia y autoestima, dependemos de los objetos, del consumismo. Y esto es sencillamente consecuencia del desapego con la comunidad que nos rodea, con las cosas sencillas, con la Tierra. Hay una Crisis de Identidad y Autoestima. 

Para lograr una sociedad sostenible, la huella ecológica no tiene que ser mayor que un planeta porque el crecimiento ilimitado no es compatible con un planeta limitado. Necesitamos replantear nuestra economía y valores. 
Parece que todo se justifica y nadie piensa en el prójimo, al que le tocó vivir en otro lugar sin privilegios. Porque en realidad las necesidades básicas no son un privilegio, son al igual que los productos sustentables, un derecho. 
La justicia social y ambiental se logra si todos hacemos un cambio: tanto los gobiernos, como las empresas y nosotros mismos. 

Para luchar contra la obsolescencia programada y la marginalidad hay que lograr una revolución cultural, un cambio de paradigma y de mentalidad. 
Lograr el decrecimiento que tenga como esencia reducir la huella ecológica, el despilfarro, la sobreproducción, el sobreconsumo; dejar a un lado la avaricia. 

Porque “la naturaleza no produce residuos, solo nutrientes” y porque "La Libertad es una palabra que el sueño humano alimenta, que no hay nadie que la explique y nadie que no la entienda".

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