Mi trabajo:
El domingo, antes de acostarme, me aseguré de que el despertador estuviese bien configurado.
Finalmente, el día llegó. Me levanté con la luz del día. Algo extraño ocurría: ¡Era tarde! ¡El despertador no había sonado! ¡La luz se había cortado!
Palabras: 59.
No hay comentarios:
Publicar un comentario